Estos días empiezan a salir los primeros frutos de la huerta, un poco tarde porque este año ha llovido mucho y no pudimos plantar tan pronto como otros. Pero aunque con más retraso, a mi me hace la misma ilusión. Cada vez que voy a trabajar en ella o a regarla y veo que ha salido el primer tomate, las lechuguitas, las fresas, etc… ¡parezco una niña con zapatos nuevos!
Los primeros frutos de nuestra huerta. Perejil, fresas, tomate raf y lechugas. |
Tener un terreno tan grande es un no parar de hacer cosas. Cuidar la huerta, cortar el césped, podar las parras y sulfatarlas, desbrozar las malas hierbas, limpiar la piscina… (y no sigo porque me estoy agotando ya) pero suelen decir que "sarna con gusto no pica" y como me gusta, pues lo disfruto. Hay tiempo también para tumbarse debajo de uno de los almendros y disfrutar de un precioso cielo azul.
Descansando debajo de nuestros almendros. |
Ese tipo de momentazos que solo puedes tener en vacaciones, relajada, y sin las prisas y agobios de la ciudad. Tengo clarísimo que si tuviese un trabajo cerca, me quedaba en el pueblo. ¡¡Calidad de vida!!
Nuestra casita en La Rioja. |
Espero que os haya gustado mi lugar de retiro. Un beso.